Mittwoch, 12. November 2008

Querella entre scandinavos

"Me parece horrible en Dinamarca", me dice Hanna, una joven finlandesa. Ella vino desde Helsinki a Arhus hace 3 anhos para estudiar medicina. Una buena oportunidad para averiguar algunos lados sombríos de este paraíso terrenal, dizque estado de bienestar, en el cuál me parece que me imagino. Así que insisto en que Hanna me cuente más sobre sus inconformidades. " El idioma es tan difícil", se queja ella. Le doy toda la razón. El idioma danés esa algo como un francés nórdico, solo con menos encanto. Por lo menos la mitad de sus sílabas no se pronuncian. Pero me temo, que el idioma finlandés no es nada despreciable tampoco en cuánto al grado de excentricidad para un extranjero. Así que sigo insistiendo "esto es todo ?". "No", dice y se pone a reflexionar porqué tanto le disgusta Dinamarca. Largo tiempo. Pide ayuda a su novio que está de visita desde Finlandia. Este la secunda. "Es más difícil conseguir productos sin lácteos", dice. El chico es alérgico a lácteos. "Y las chicas son más bonitas en Finlandia", anhade. Mientras que Hanna, su novia, sigue reflexionando. No parece tan fácil concretizar su disgusto con el país donde vive. Por fin una gran risa se expande sobre su rostro. Encontró una explicación para su malestar cultural. "Los daneses no tienen una cultura de sauna, esto es", dice con una voz triunfante.

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